- Escoge la planta adecuada para tu hogar: Asegúrate de elegir una planta que se adapte al clima y a la luz disponible en tu hogar. Algunas plantas necesitan de abundante luz, mientras que otras pueden sobrevivir adecuadamente con un nivel de luz algo menor (pero nunca casi a oscuras). Si no tienes suficiente luz natural, puedes usar lámparas de cultivo o luz artificial para proporcionar la luz adicional que necesitan.
- Proporciona el riego adecuado para cada tipo de planta: Asegúrate de regar tus plantas de interior de manera adecuada. No las riegues demasiado, ya que puede causar encharcamientos y podredumbre en las raíces. Para las plantas que necesiten un sustrato con mayor humedad, riega una vez que los primeros 3 a 5 cm de suelo se hayan secado. Para el resto, espera a que la mitad del sustrato se haya secado. También es importante usar agua a temperatura ambiente y no muy fría o caliente. Algunas plantas son más sensibles a los químicos del agua de la canilla y esto puede generar quemaduras en las hojas o incluso la muerte de la planta en los casos mas extremos. En general, en invierno la mayoria de las plantas tropicales están en reposo y hay que espaciar un poco más los riegos
- Proporciona la humedad adecuada: La mayoría de las plantas sobreviven bien en interior con la humedad ambiente estándar de una casa, excepto en países donde hay poca humedad ambiente y además utilizan calefactores mucho tiempo (humedad menor al 30%). Sin embargo, algunas plantas como las calateas por ejemplo, son muy exigentes y no basta solo con mantener el sustrato húmedo. Para esto, podemos ubicarlas junto con otras plantas, proveerles humedad a través de un vaporizador, o utilizar una bandeja de humedad que es simplemente un recipiente con agua y algunas piedras (de cualquier tamaño) para que la maceta no absorba agua por el fondo, lo cual podría pudrir las raíces. Al evaporarse el agua ira generando diminutas gotas de vapor que hidratarán las hojas. Podemos también pulverizar las hojas con agua dos o tres veces por semana, siempre cuidando de brindarles la aireación y tiempos suficientes para que se seque y no se formen hongos en las hojas.
- Usa un sustrato adecuado: El sustrato es el medio en el que crecen las plantas. Asegúrate de usar un sustrato de calidad y adecuado para la planta que has elegido. Es fundamental que tanto si compras el sustrato como si lo preparas tu mismo, éste no se compacte para evitar que el agua se encharque y asegurarnos de que drene correctamente. Una forma de comprobarlo es comprimiendo un puñado del sustrato en nuestro puño. Si al soltarlo se desgrana es una buena señal, mientras que si queda una bola compacta, significa de que debe ser mejorado antes de utilizarlo en nuestras plantas. Ademas también siempre utiliza macetas con suficientes agujeros de drenaje en la base.
- Proporciona nutrientes adecuados: Las plantas necesitan nutrientes para crecer y prosperar. Puedes proporcionarles estos nutrientes a través de fertilizantes especiales o mediante la adición de abono orgánico al sustrato. Los nutrientes deben aplicarse fuera de las epocas de reposo. Es decir si la planta esta inactiva durante el invierno, no es necesario. En el caso de abonos químicos que básicamente son en forma de sales, cuando no son utilizados por la planta, éstos se acumulan en el sustrato y generan un ph demasiado alcalino que puede dañar las raíces y por lo tanto perjudicar el correcto funcionamiento de la planta. En el caso de abono orgánico, estos abonos suelen conservar la humedad, por lo que si no son utilizados solo generan exceso de humedad prolongado que puede generar enfermedades por bacterias u hongos que ataquen a la planta.
- Controla las plagas: Las plagas pueden dañar gravemente a tus plantas de interior. Si ves algún tipo de plaga en tus plantas, aplica un producto especialmente diseñado para controlarlas. Chequea tus plantas regularmente, especialmente en los brotes nuevos y debajo de las hojas para detectar cochinillas, insectos chupadores o arañuelas que son las plagas más comunes. En caso de encontrar alguna infestación, separa la planta y toma acciones inmediatas ya que se puede esparcir muy fácilmente a otras plantas cercanas.
- Poda de manera adecuada: La poda de mantenimiento es importante para mantener la forma y el tamaño de tus plantas de interior. Asegúrate de podar de manera adecuada y de no cortar demasiado, ya que esto puede dañar gravemente a la planta. No todas las plantas necesitan podas regulares, pero si la mayoria. Esto se refiere a quitar hojas amarillas, hojas enfermas, flores muertas, ramas que no permiten la correcta circulacion de aire (lo que puede facilitar la aparición de enfermedades) o ramas que tapan la luz al resto de la planta, etc.
- Transplanta cuando sea necesario: Con el tiempo, las plantas de interior pueden crecer demasiado grandes para sus macetas actuales. Si esto ocurre, es necesario transplantarlas a una maceta más grande. Asegúrate de hacerlo de manera adecuada y en el momento adecuado para evitar dañar a la planta. Como regla general, trasplantar en primavera y verano y evitar trasplantar en invierno. Cuando recien compramos una planta, esperar un tiempo para trasplantarla si deseamos cambiarla de maceta, ya que esto genera estress y puede debilitar a la planta al punto de que no logre recuperarse. Utilizar siempre una maceta apenas mas grande que la actual. Una maceta demasiado grande no es recomendable ya que la planta va a utilizar la humedad y nutrientes de su entorno cercano. Todo el sustrato extra solo va a acumular humedad que puede perjudicar a las raíces.
- Limpia las hojas regularmente: Las hojas de las plantas de interior acumulan polvo y suciedad con el tiempo. Asegúrate de limpiar las hojas regularmente para que puedan realizar una correcta fotosíntesis y producir la cantidad de energía que necesitan. Una planta que no puede producir suficiente energía para sobrevivir por falta de luz o porque sus hojas están excesivamente sucias va a debilitarse y le costará prosperar. No aplicar mayonesa ni abrillantadores comerciales a las hojas. Simplemente utilizar un algodón o microfibra húmedo y limpiar las hojas con delicadeza. Debemos realizar la limpieza una vez al mes aprox, dependiendo de la cantidad de polvo del ambiente de nuestra casa
- Identifica posibles síntomas de enfermedades infecciosas en las hojas: Hojas con manchas amarillas, puntos negros, o zonas marrones generalmente indican hongos-bacterias o virus. Las zonas marrones pueden presentarse en el medio o en los bordes y generalmente son tejidos mas delgados, con textura húmeda o hinchados, muchas veces las celulas se debilitan al punto que revientan y esto hace que disminuya el grosor comparado con una hoja sana. Las zonas marrones por deshidratación, en contraste, se identifican por ser generalmente tejidos secos, crujientes como hojas de otoño, y se presentan en las puntas y los bordes de las hojas. Las enfermedades infecciosas en las plantas también pueden presentar algo de olor algo fétido o similar a olor a humedad concentrado tanto en las hojas como en el sustrato.
Azalea Tienda Botanica 